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Foto del escritorDeb A Secas

Las bondades del aceite de jojoba

¿Querés conocer más sobre el llamado "oro líquido"? Acompañame y enterate de todo.


Imagen: Unsplash.

En una entrada anterior había dejado en claro el amor que le tengo al aceite de jojoba. ¡Me encanta! Y si bien lo descubrí por casualidad cuando quise elaborar mi propio aceite para mis trabajos de manicura, encontré en él un gran aliado para múltiples causas.


A diferencia de otros aceites de moda en el mundo del maquillaje y la estética corporal, su precio no es tan elevado ni es imposible de hacerse de un frasquito por un módico precio.


Eso sí, hay que tener en cuenta que el color del aceite de jojoba es de tono amarillento dorado (por eso lo de oro líquido) y mientras más prensado esté, más translúcido se verá.


Si compraste una botellita y el aceite no tiene el color característico no significa que sea malo, pero tené en cuenta que ésto es como comprar un aceite de oliva virgen o uno extra virgen, es decir, habrá una diferencia en su calidad.


Aún así, para el cometido que estamos buscando, sirve. Aunque, como dato adicional, prefiero el aceite más prensado para usarlo con otros aceites en conjunto y al "pulenta" (como decimos en Argentina) usarlo en contacto directo. Lo bueno del aceite de jojoba es que no es invasivo, no tiene aroma y en combinación con otros aceites funciona de diez.


¿De dónde sale este aceite y para qué sirve?


El aceite de jojoba se extrae de las semillas del arbusto Simmondsia chinensis (que se conoce como Jojoba, bah), una planta originaria y muy característica de los desiertos de Sonora (frontera de México y Estados Unidos) y Mojave (Estados Unidos).


Siendo el único vegetal capaz de generar cera líquida, su aceite tiene la particularidad de no oxidarse y no adquirir mal olor con el tiempo (de hecho, no tiene un olor característico... bueno, para mí directamente no tiene olor) como sí puede pasar con aceites de similares características.


Usar aceite de jojoba en spa de manos es buenísimo. Imagen: Unsplash.

Es uno de los ingredientes que más se usa en la industria cosmética tanto nacional como internacional. Es muy utilizado en el make up coreano (que ya todo el mundo sabe que tiene una calidad fantástica) y resulta ser que Argentina es uno de sus mayores productores. Tal vez por esto último no resulte tan caro como otros aceites, pero es una idea mía.


Sus beneficios son muchos y entre ellos podemos contar que:


Hidrata la piel: según un estudio publicado en el International Journal of Cosmetic Science, los compuestos del aceite de jojoba ayudan a mantener la hidratación de la piel y a reducir la pérdida de agua de nuestra propia dermis (es decir, a no perder nuestra propia hidratación cutánea que es lo que hace que nuestra piel esté lisa y turgente).


Es un gran ayudante en casos de acné: ¿Un aceite que ayuda a controlar el exceso de sebo en la piel? Parece ser que sí. Según un informe del International Journal of Molecular Science el aceite de jojoba tiene un efecto antiinflamatorio contra el acné (no severo), lo cual ayudaría a desinflamar y calmar la piel (aunque siempre lo mejor es tenerlo como soporte y no como tratamiento principal).


Del mismo modo parece ayudar también en casos de dermatitis, pero esto es mejor siempre consultarlo con un/a profesional. Desde mi humilde punto de vista, con la dermatitis no se jode.



El aceite de jojoba también es muy bueno para la piel de los pies. Imagen: Unsplash.

¿Y se puede usar este aceite en pieles grasas? Increíblemente sí, ya que en pocas cantidades se absorbe fácilmente, no deja textura grasosa y, si la usás en mascarillas, tenés un shock de hidratación en casos de piel grasa deshidratada.


Uno de estos días subo una nota con respecto a los tipos de piel. Otra promesa que dejo aquí por escrito para más adelante. Adoro tener estos "ayudamemoria" tan poco convencionales.


¡Ah! Y para quienes leyeron la nota sobre el acné hormonal (podés buscarla como El maldito acné hormonal), he de decirles que funcionó bastante bien. Es decir, sí, bajó la inflamación y el tono rojo, pero todavía quedan restos del cadáver de lo que alguna vez fue un cuerno en la nariz. Mágico no es, pero es verdad que los seca.


Resulta ser un gran aliado contra la vejez prematura: su enorme contenido de vitamina E protege la piel de los radicales libres (al igual que al pelo, del que voy a hablar más adelante). El estrés y los rayos UV suelen atentar contra el estado de la piel de las personas, y la vitamina E y su carga de antioxidantes resulta ser una excelente para mitigar estos síntomas, además de ayudar a los músculos.


Sí, ya sé que la piel se oxida incluso cuando respiramos, pero mientras más antioxidantes consumas (también en los alimentos) y más atención pongas en la hidratación de la piel, mejores serán los resultados.


Lo bueno del aceite de jojoba es que no es invasivo, no tiene aroma y en combinación con otros aceites funciona de diez.

Te deja el cabello de revista: cuenta la leyenda que muchas mujeres coreanas usan este aceite para el cabello, y que es así como logran mantenerlo sedoso y con un brillo espectacular.


El aceite de jojoba se encuentra en muchísimos productos para el pelo, generalmente para aquellos secos, dañados o con tratamientos químicos. Del mismo modo lo utilizan puro en puntas porque, sí, adivinaste... también ayuda con las puntas abiertas o puntas florecidas y disminuye su quiebre.


Ah, y si te quedaron ganas de que haga algo más, una revisión de un estudio publicado en el Biological Research afirma que al tener buenas propiedades antimicrobianas (y antifúngicas) ayuda a combatir la caspa e infecciones varias del cuero cabelludo, además de favorecer el crecimiento y reducir la resequedad.


El aceite de jojoba puede ser usado en pelo liso o enrulado (rizado). Imagen: Unsplash.

Eso sí, si tenés un grave problema de seborrea o eczema seborréico, por ejemplo, siempre pero siempre consultá a tu dermatólogo/a de confianza. Tené en cuenta que lo mejor es contar con el respaldo de alguien profesional en casos severos, mientras que en los más comunes podés actuar sin problema. Ser responsable nunca está de más.


Como verás, todo está cubierto: piel, pelo, cuerpo. Podés usarlo en los pies para tratar durezas. Podés usarlo también en manos como antioxidante y para reforzar el endurecimiento de las uñas. La verdad, ya no sé si me estoy dejando en el tintero algún beneficio... Es que son tantos...


Yo por ejemplo preparé mi propio aceite finalizador para mis trabajos de manicura. Utilizo aceite de jojoba, aceite de almendras y aceite esencial de melisa, y no puedo explicar lo felices que se sienten mis clientas al sentir esta mezcla al tacto y su aroma. Más adelante contaré por qué uso melisa, que resultó ser otro gran descubrimiento.


Espero hayan disfrutado esta entrada, y como siempre, los/las invito a que participen, opinen, consulten. TODO. A mí siempre me encuentran por acá, escribiendo, investigando o cuarenteneando.



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